El presidente de la Cámara de Representantes de Canadá, Anthony Rota, salió a pedir perdón y luego renunció, por la ovación dada por los diputados al ucraniano Yaroslav Hunka, al que describió como «un héroe» a pesar de que luchó junto a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
En las últimas horas, Rota dimitió a su cargo acorralado por el malestar global derivado de una sobreactuación del apoyo del país a Ucrania en la guerra con Rusia.
El controvertido momento tuvo lugar este viernes tras el discurso del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ante el Parlamento, cuando Rota dijo que Hunka era considerado un «héroe ucraniano y canadiense» y le dio las gracias «por todos sus servicios».
«Posteriormente, he tenido conocimiento de más información que me hace arrepentirme de mi decisión de honrar a Hunka. Quiero dejar claro que nadie, incluidos mis colegas parlamentarios y la delegación ucraniana, conocía mi intención o mis comentarios antes de que los pronunciara», ha aseverado Rota en un intento por eximir al resto de miembros de la Cámara.
Un portavoz del Partido Conservador ha recalcado que la formación desconocía la historia de Hunka a medida que las cuestiones en torno a esta división siguen levantando la polémica. En el 2021, una estatua del líder militar ucraniano Roman Shukhevich y un monumento a los combatientes de división en la ciudad canadiense de Edmonton fueron objeto de vandalismo y pintadas.
La decisión de aceptar la llegada de migrantes ucranianos que habían servido en la 14ª División de Granaderos Waffen SS después de la guerra fue controvertida y llevó a los grupos de judíos a pedir que se prohibiera su entrada en Canadá.
La revelación fue hecha por los Amigos del Centro Simon Wiesenthal (FSWC), que a través de un comunicado se expresaron «profundamente perturbados por el hecho de que el Parlamento canadiense haya reconocido a un veterano ucraniano que sirvió en una unidad militar nazi durante la Segunda Guerra Mundial».
La asociación de defensa de los derechos humanos denunció que el homenajeado había cometido “crímenes contra la humanidad durante el Holocausto, que están bien documentados». “Fue responsable del asesinato en masa de civiles inocentes con un nivel de brutalidad y malicia inimaginables”, dijeron mientras reclamaban las disculpas de Ottawa.