Un ranking de universidades dejó a la Argentina mucho peor que otros años: la causa.

Es el QS, que este año cambió su metodología y casi todas las universidades argentinas se vieron afectadas. La baja producción científica sigue perjudicando al país.

Se terminaron las buenas noticias para muchas de las universidades argentinas que quedaban bien paradas en los rankings internacionales, especialmente en el QS. Los autores de esa clasificación global – que mide reputación académica, empleabilidad e impacto de las investigaciones- cambiaron la metodología con la que ordenan a las universidades y casi todas las argentinas se vieron afectadas.

La UBA pasó del puesto 67 al 95. Le siguen la UCA que bajó del 323 al 514, la Austral que descendió del 432 al 520 y la de Palermo que pasó del 390 al 530. Entre las mil primeras también están las universidades de La Plata, Belgrano, ITBA, San Andrés, Di Tella, Córdoba y Rosario. La única que subió un poco de posición fue la de La Plata.

Las universidades argentinas se vieron afectadas, principalmente, porque perdió peso en el ranking el indicador de cantidad de profesores por alumnos, en el que las instituciones locales están entre las líderes.

También porque sigue habiendo en el país poca producción científica comparado con otras universidades del mundo. Ninguna universidad argentina está entre las primeras 1.000 en cuanto a impacto de la investigación.

Según explicó a Clarín el vicepresidente de QS, Ben Sowter, este año cambiaron la metodología del ranking para adaptarlo a “las nuevas tendencias sociales y a la evolución de los intereses de los estudiantes”.

“Hicimos amplias consultas con la comunidad mundial de la educación superior y alienamos el ranking a las prioridades de las generaciones Z y Alfa. Este enfoque capta las principales preocupaciones de una población estudiantil con cada vez más concienciada social, en un mundo en rápida evolución”, dijo Sowter.

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