Prácticas de tiro, amenazas y un arsenal: qué se sabe hasta ahora del crimen del empresario en Punta del Este.

“Como ha sido de público conocimiento, Romina se encuentra detenida porque trágicamente se vio obligada a defender su vida y la de su pequeña hija de las garras de un monstruo (…) con el que tuvo que acceder a convivir en el último tiempo bajo amenazas. Él ya había puesto en marcha los trámites para poder ver a su bebé inocente, que iba a quedar vulnerable y expuesta en manos de un narcisista, psicópata y adicto, que también amenazaba con ocasionar ‘daños colaterales’ a su familia (…) Cuestión que ella se guardaba para sí con el fin de protegernos a todos”.

Es un fragmento del comunicado de la madre de Romina Camejo (26), expareja de Gonzalo Aguiar (46), a quien asesinó en la madrugada del lunes de un tiro en el pecho. Es también la coartada en que ahora trabajan los abogados de Camejo para convencer al fiscal interviniente, Sebastián Robles, de que se trató de un acto en defensa propia. Conocimiento del manejo de armas, acusaciones de estafa, una mansión y robos: el contexto de una pareja que terminó mal.

Sobre el caso hay una única certeza: que Aguiar murió de un disparo en el pecho por parte de Camejo, el lunes a las cuatro de la madrugada, en una casa de la esquina de Mar de Coral y Mar Chiquita, en el Departamento de Maldonado. Camejo admitió el crimen cuando fue detenida, luego de haber sido ella misma quien llamó a la policía. La investigación que comenzó momentos después intenta esclarecer las causas. Las aristas son varias.

Según el diario uruguayo El Observador, el abogado de Camejo, Camilo Silvera, declaró que su defendida le confió un detalle: un rato antes del crimen, Aguiar habría amenazado telefónicamente a su expareja. “Te voy a cortar en pedacitos”, le habría dicho. Momentos más tarde, Aguiar habría ido hacia la casa del barrio Cantegril donde ésta estaba su ex, en compañía de otro hombre y de su bebé. El abogado Silvera expresó que el empresario asesinado estaba “totalmente sacado” al momento de llegar a la casa.

Discusión mediante, Camejo agarró un arma 9mm, de la cual tiene licencia de portación, y disparó al pecho de Aguiar. Ella es una aficionada a la armas de fuego: un simple vistazo a las redes sociales de Camejo lo confirma. Instagram, por caso: videos de prácticas de tiro con pistolas y fusiles, de disparos que dieron en el blanco y otros muy cerca. En un video, Camejo dice, retóricamente, “a ver cómo me fue…”. “Bien, todos adentro”, le responde su instructor. La cartulina con figura humana exhibe 22 balazos, la mayoría en el pecho, algunos menos cerca de la cabeza.

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