Coki Ramírez le llevó un regalo sorpresa a Marcelo Tinelli en Bailando 2023: “Me da verguenza mostrarlo”

La cantante cordobesa hizo un juego del tesoro en el que el conductor tuvo que encontrar el obsequio oculto en diferentes lugares insólitos del estudio

Este jueves, Coki Ramírez y su compañero Tato Ortiz se presentaron por segunda vez en Bailando 2023. Apenas entró la cordobesa al estudio de América, Marcelo Tinelli comenzó el clásico mano a mano con la cantante en el que la seducción estuvo a la orden del día. “Ella siempre está en mi corazón”, confesó cuando la tuvo cerca. Acto seguido, le preguntó a Coki qué hacía todas las noches. “No es que yo esté celoso ni nada por el estilo, pero como decís que no salís y sí salís, hasta le tiraste onda al Pelado Trebucq el otro día acá”, lanzó.

“Yo estaba acostado en la cama tapado hasta la cabeza y me escribe Ángel y me dice: ‘Está Coki en esta fiesta’.”, le dijo después mientras Coki intentaba hablarle al oído. “A mí no me tenés que dar explicaciones, me encanta que salgas todos los días. La vida está hecha para salir, no como yo que estoy en un retiro espiritual, que pasa más por el budismo, me prendo unos sahumerios”, continuó entre risas. Sin embargo, la cantante aclaró que ella “no sale porque no le da el cuero y le cuesta recuperarse”.

“Estoy sola acá, en Buenos Aires, y sola por elección, aunque me quieran involucrar, no salgo de noche, no tomo alcohol. Y te traje algo. Hace 13 años que te estoy esperando mi amor”, le disparó directamente a Marcelo, mientras le explicó que le había hecho una mini búsqueda del tesoro para que encuentre su regalo. Así, el conductor comenzó a seguir las pistas que le fue dejando a cada paso. Primero, adentro de la malla que tenía puesta Coki, luego en el escote de Moria Casán, en la camisa de Federico Hoppe y con una de las bailarinas de ShowMatch. Cuando llegó a la última pista, Tinelli leyó en voz alta: “La que millones de personas quisieran pisar”. Así que, decidido, caminó hasta las escalinatas de la pista y adentro de los focos de las luces encontró finalmente el obsequio de Coki: una cajita de madera cerrada.

“¿Es un elemento para jugar sexualmente?” preguntó en tono de broma y la abrió. “Hay una crema, me da verguenza leer la carta: ‘Hola mi vida, traje la cremita’, y enseguida se detuvo. “Guardámela que me da no sé qué mostrar esta frase”, pidió. Para distender, Coki cantó a capela “Por debajo de la mesa” y al terminar se dieron un tierno abrazo entre los dos, que culminó con un beso en la mejilla del conductor hacia la cordobesa.

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