A 30 años del ciclo Maradona-Newell’s con dos espectadores de lujo: Messi y Scaloni

El 13 de septiembre de 1993, Diego llenó el Parque Independencia para su primer entrenamiento en el club rosarino, uno de los cinco equipos de su carrera. Messi, con solo 6 años, acudió al Parque de la Independencia. Menos de un mes después, Scaloni, con 15 años y jugador de las inferiores “leprosas”, presenciaría el debut en primera fila.

El lunes 13 de septiembre de 1993, hoy hace 30 años, Diego Maradona volvió a llenar un estadio sin jugar. Si ya lo había conseguido nueve años atrás, en 1984, durante su multitudinaria presentación en el Nápoli, el 10 volvió a hacerlo para su primer entrenamiento en Newell’s, uno de los cinco equipos que tuvieron el honor de formar parte de su trayectoria. Aunque se trataría de su experiencia más efímera –apenas jugaría cinco partidos oficiales, sin triunfos en ninguno de ellos-, también sería un amor eterno, intenso y –también a lo Maradona- con un final tormentoso y abrupto, de apenas cuatro meses, hasta enero de 1994.

El 10 venía de terminar a las trompadas, literalmente, su relación con Carlos Bilardo en el Sevilla. Su último partido en la Liga Española había sido contra el Burgos el 13 de junio de 1993, el día en el que, según reconoció Diego, “le tiré una trompeta” al técnico con el que había salido campeón del mundo en 1986. Desde entonces, Maradona se había instalado en Argentina a la espera de arreglar con un club de nuestro país, ya a 11 años de su última experiencia en el fútbol nacional –su despedida de Boca había sido el 6 de febrero de 1982, en una derrota amistosa ante River en Mar del Plata-.

Alejado de la selección de Alfio Basile, bicampeona de América 1991 y 1993 antes de estrellarse en el 5-0 ante Colombia del 5 de septiembre, Diego había empezado a entrenarse en agosto para retomar el estado físico perdido. Lo hacía por su cuenta, junto a Daniel Cerrini, un fisiculturista al que Claudia, la entonces esposa del futbolista, había conocido de casualidad en un gimnasio del barrio de Belgrano –y que luego quedaría en el centro de la escena por el dóping del ídolo en el Mundial 1994-.

Las primeras opciones de Maradona tras su paso con sabor a poco por el Sevilla fueron Argentinos Juniors y San Lorenzo. El club de La Paternal estuvo a punto de incorporarlo, pero Diego rompió relaciones después de que barrabravas del Bicho pintaran con grafitis amenazantes las paredes cercanas al edificio de Núñez en el que vivía. Entonces apareció Newell’s, a partir de una ocurrencia de Ricardo Giusti –compañero de Maradona en la selección y, previamente, en Argentinos- y de Roberto Rodríguez, un ex futbolista de Newell’s y también de Argentinos, quienes tenían una empresa de representación de futbolistas en Rosario.

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