La sisifemia: la tendencia laboral peligrosa que amenaza a los trabajadores
Una tendencia laboral acaba de ser identificada por el director de la Cátedra de Medicina Evaluadora Pericial de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, el doctor José Manuel Vicente y que puede ser peligrosa para los trabajadores. Se llama ‘sisifemia’ y toma su nombre del mito griego de Sísifo, quien fue condenado por los dioses a subir una piedra por una pendiente y siempre debe volver a empezar.
Vicente explicó que “es un trastorno de salud derivado del agotamiento psíquico y físico de un empleado que se ve obligado a responder a unos objetivos inalcanzables, bien porque se los ponen desde la dirección de su empresa, bien porque se los pone a sí mismo. Tiene una excesiva carga de trabajo que se empeña y esfuerza en cumplir, pero que nunca llega a completar a pesar de estar haciendo lo máximo posible”.
El especialista comentó: “Veíamos a gente emocionalmente destrozada, que acababa fatal y terminaba desarrollando otros síntomas. En ocasiones se podía aludir a una situación de desánimo o de ansiedad constante, pero sin darle nombre específico”.
El médico remarcó que quienes padecen de sisifemia no puede dejar de trabajar, incluso en sus días libres. Incluso siguen con sus mentes pegadas a lo laboral cuando se van a dormir, rumiando durante horas sobre tareas pendientes o discusiones con superiores. Por eso, alargan las jornadas y limitan si vida social.
“Es un bucle. Para compensar, tomamos mucha cafeína, o recurrimos a los ansiolíticos. Nos decimos: ‘Tengo que hacer lo posible, aunque haya dormido mal, por hacerlo perfecto”, expresó Vicente.
Consecuencias físicas
“A la larga, hay cierta evidencia de que se pueden desarrollar cuadros cardíacos. Infartos, trastornos de ritmo cardíaco, subidas de tensión que pueden ser permanentes, con cuadros hipertensivos mantenidos. También hay una cierta constatación de que, quien mantiene un padecimiento como este, tiene mayor riesgo de tener infartos cerebrales”, explicó el médico.
Además, pueden aparecer dolores físicos. “Por ejemplo, lumbalgia, jaquecas u obesidad”, agregó.
Esta relación insana con el trabajo va de la mano de la necesidad de valoración externa y de un mercado muy competitivo. “Especialmente después del desarrollo del teletrabajo en la pandemia, que facilita que nos llevemos trabajo a casa, y que emborrona los límites de los horarios. En esos casos, la empresa es de alguna forma cómplice, porque conoce que estamos dedicando más horas de nuestra jornada habitual, pero no constan como jornadas extraordinarias”, remarcó Vicente.
