Un viaje musical y literario con Mozart en carroza, camino a Praga

Diálogo con Luis Brandoni, que será Salieri, y Ricardo Sciammarella, que dirigirá el Ensamble Concentus BA. Novedoso cruce de artes, la novela y la música clásica,

La existencia del escritor romántico alemán Eduard Mörike (1804-1875) podría atribuirse a la invención de Italo Calvino, Marcel Schwob, o de algún otro biógrafo de seres imaginarios. Sus mejores poemas no le dieron fama a él sino a los compositores que los utilizaron para sus lieder, como Hugo Wolf, Brahms o Schumann; eso sin mencionar que la sola idea de fama siempre espantó a este hombre recluido, con pasado de pastor protestante, y que rara vez se alejó de su aldea natal.

Ahora, dos siglos más tarde, su nombre vuelve a cobrar vida gracias al encuentro artístico entre el Ensamble Concentus BA de Ricardo Sciammarella y el actor Luis Brandoni. Ambos llevarán a escena el próximo martes 12, en el Teatro Avenida, “Mozart camino de Praga”, adaptación de una nouvelle de Mörike en la que dio cuenta del viaje entre Viena y Praga que realizó el músico para el estreno de su “Don Giovanni”. Es singular la reaparición de esta obra, prácticamente olvidada, en nuestro medio musical y teatral.

“Una vez, en San Sebastián” cuenta a este diario Sciammarella, fundador y director del Concentus “me encontré en una librería con este libro que me llamó la atención de inmediato. El texto me pareció divertidísimo y el año pasado, programando el año del Ensamble, pensé de inmediato en él. Soy un convencido de que hay que abrir la música clásica a otros públicos. Y al pensar en el libro también quise interesar a Luis en el proyecto porque me enamoré de su voz. A él le gustó la idea, y aquí estamos. Con Luis y mi hijo, a partir de ese librito, que es muy pequeño, armamos un traje a medida con algunos agregados que le hice al texto.

Periodista: ¿Qué lo atrajo del proyecto?

Luis Brandoni: En primer lugar, que nunca hice una cosa así, y a esta altura de mi vida y mi carrera hacer algo nuevo es algo que no se puede despreciar. El encuentro que voy a vivir entre mi lectura y la música sinfónica es algo que me resulta irresistible, y me intriga saber cómo le resultará al público porque para el público también será algo nuevo: escuchar el relato de ese viaje, que tiene algunos momentos muy graciosos, y con semejante música. Todo entrelezado, formando una unidad. Ojalá esto pueda sentar precedente. Es algo nuevo en la música sinfónica.

P.: Es el estreno mundial entonces.

Ricardo Sciammarella: Absolutamente, nunca se hizo antes esta obra ni este formato. Hay obras de Britten o Prokofiev que integran un comentario, pero nosotros no hacemos eso sino que creamos algo nuevo, la combinación entre fragmentos de una obra literaria y tres composiciones de Mozart, vinculadas con lo que se lee: la obertura de “Don Giovanni”, el “Concierto para violín Nº 2 en Re mayor”, con Pablo Saravi como solista, y la Sinfonía “Praga”. Esto tiene que ver con lo que dijo Luis: un diálogo, un cruce entre la literatura y la música.

L.B.: A mí me gustaría que el público lo aceptara como algo natural al punto de que algunos se pregunten por qué es la primera vez que se hace, por qué no se hizo desde cien, doscientos años antes este ensamble entre la literatura y la música.

P.: Establecen una vía continua, musical y dramática; no es un programa donde a una parte de música sucede otra literaria.

R.S.: Exactamente. Por eso también la elección del repertorio, está imbricada una cosa con la otra.

L.B.: Y esos pasajes de humor de los que hablaba antes van a ser novedosos para el público.

P.: Es probable que el público vaya con la imagen de Mozart que sentó “Amadeus”. ¿Cuál es la imagen el Mozart de ustedes?

R.S.: (ríe) Le vamos a dar una buena pateadura a “Amadeus”. La imagen de Salieri, que es el personaje que hace Luis, es otra.

L.B.: Yo soy Salieri todo el tiempo, con momentos muy divertidos, como el episodio de las naranjas. Pero eso no lo vamos a adelantar.

P.: ¿Y en qué sentido es una pateadura a “Amadeus”?

R.S.: En Mörike influyó algo de esa leyenda sobre Salieri, la confabulación, la conjura. Constanza, la viuda de Mozart, cuando se quedó sin dinero inventó una historia negra. En verdad, la envidia es humanamente inevitable: Salieri era el hombre más poderoso en la música de su tiempo, pero el divino era Mozart, un petisito recién llegado. ¿Cómo no sentir envidia? Salieri no puede evitar que el fracaso de “Las bodas de Figaro” lo alegre. Sin embargo, su muerte lo aflige: Mozart pudo haberse ido a Berlín para tratar su enfermedad y no lo hizo. Salieri trató de salvarlo, no de matarlo. Lo del asesinato planeado por él fue una infamia de la historia. “Amadeus” consolidó en el siglo XX esa leyenda negra. Mis alumnos siguen creyendo que Salieri fue el asesino.

P.: En Praga hay una casa museo maravillosa, la Bertramka, donde Mozart compuso “Don Giovanni”.

R.S: En realidad, allí sólo compuso la obertura y una serie de arias. Lo gracioso es que enfrente hay un hotel donde se hospedaba Lorenzo Da Ponte, el libretista, y ellos se comunicaban a través de la ventana, casi a los gritos. Mozart le decía lo que necesitaba y Da Ponte lo escribía. Así terminaron de componer “Don Giovanni”.

P.: ¿Cómo es la historia del Concentus?

R.S.: Es un proyecto que empezó en 2019, antes de la pandemia, con la idea de crear un ensamble orquestal con criterio historicista para el repertorio clásico y romántico. No para el barroco. En toda Sudamérica no existe una orquesta igual. Este año es el primero que hacemos una temporada propia, los músicos provienen de Santiago del Estero, Córdoba, Mendoza, Ushuaia, también hay una oboísta chilena y un clarinetista de Brasil.

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