Que la low cost JetSmart haya inaugurado el 30 de noviembre su nueva ruta Buenos Aires-Florianópolis, que desde enero ofrecerá un vuelo diario, es una muestra más del interés que este tradicional destino de playa del sur de Brasil despierta entre los argentinos.
El verano pasado llegaron a este destino del estado de Santa Catarina unos 210.000 argentinos, de los cuales la mayoría (130.000) llegó por vía aérea, según los datos del Ente de Turismo de Florianópolis.
Pero esta temporada, por la crisis económica, el miedo por el dólar y la incertidumbre que se vive en nuestro país, asoman algunas turbulencias: a principios de diciembre hay muchas consultas, pero menos reservas confirmadas respecto a igual período del pasado. Desde el organismo de turismo Destino Floripa creen que la afluencia desde la Argentina podría bajar entre 10 y 15%, aunque prefieren esperar en sus proyecciones a ver qué sucede luego de que se conozcan las primeras medidas económicas del nuevo gobierno.
De todos modos, este verano la isla estará conectada por vuelos directos desde Buenos Aires –son menos de dos horas de avión– de cuatro líneas aéreas (Aerolíneas, JetSmart, Flybondi y Gol), con pasajes que, para enero, todavía se pueden conseguir desde $ 271.000 ida y vuelta si se viaja solo con mochila o bolso de mano. El mismo tipo de pasaje a Bariloche en enero sale desde unos $ 118.000.
Otra opción habitual es ir en auto: desde Buenos Aires por la ruta más corta, cruzando a Uruguay por Colón-Paysandú y entrando a Brasil por Santana do Livramento, son 1.625 km. Hay que tener en cuenta que la nafta en Brasil es bastante más cara que de este lado de la frontera: entre 5,80 y 6 reales el litro de súper, equivalentes a 1,20 dólares o unos $ 1.160 a la cotización “real blue”, que al cierre de esta nota ronda los 192 pesos por real, y es la que hay que tomar si se paga con tarjeta de crédito o débito.
Otra opción es el micro: desde Retiro van empresas como Flechabus, Mercobus o JBL. El viaje dura 28 horas y los pasajes (solo ida) cuestan $ 80.600 en semicama y $ 105.000 en cama.
Playas y precios de alojamiento en Florianópolis
Desde el hotel Majestic, en la zona centro de la isla, se ve el hermoso paseo Beiramar Norte, un ancho malecón entre la avenida y una playa angosta en la que no es recomendable bañarse, pero donde mucha disfruta caminando, corriendo, andando en bici por las ciclovías o practicando deportes: hay estaciones para entrenamiento y canchas de beach voley y beach tenis en las que varias personas esperan su turno mientras otros juegan. Son casi las 11 de la noche y parece que aún va para largo.
En la casa de cambios del primer piso del shopping Beiramar, la empleada duda ante la consulta de si se pueden cambiar pesos argentinos. La chica mira la pantalla, hace una consulta y responde negativamente: “No, ahora no estamos aceptando pesos argentinos”. El dólar, por las dudas, cotiza aquí 4,70 reales.
Y aunque algunas casas de cambio sí aceptan pesos, la cotización no suele ser conveniente, así que lo más recomendable es llegar directamente con reales o a lo sumo dólares para cambiar, o usar tarjeta de débito o crédito (aunque hay que recordar que si se paga con crédito, el tipo de cambio no será el del día de la compra sino el del día de cierre del resumen).
Pero no es esta la zona de las playas, que están al norte, al sur y al este de la isla, donde se asienta la mayor parte de la ciudad –otra porción pequeña está enfrente, en el continente. En la isla hay 42 playas, de las cuales 27 son atractivas para bañarse, aunque las preferidas por los argentinos son las del norte, especialmente Canasvieiras.
Allí, pero también en las vecinas Cachoeira y Ponta das Canas y en las vecinas Cachoeira, se concentra la mayor oferta de alojamiento y se encuentran los mejores precios, que no son tan distintos a los de Mar del Plata; en promedio, un 10% más altos.
Se pueden encontrar, por ejemplo, departamentos para hasta seis personas desde 650 reales por día ($ 125.000 y $ 875.000 por semana) y 400 reales ($ 77.000) para tres personas ($ 539.000 por 7 noches). En Mardel, un departamento para cuatro en enero promedia los $ 600.000 semanales.