En una entrevista en Olga, la hija El Diez, dio detalles sobre cuándo lograba tener un espacio de intimidad con el mejor jugador de fútbol.
Ser la hija de Diego Maradona, uno de los mejores jugadores de fútbol a nivel mundial, no debe haber sido fácil. Así lo testimonian sus hijas Dalma y Gianinna, las hijas que tuvo en común con Claudia Villafañe. Sobre todo por la exposición continúa en la que vivieron durante su infancia. Sin embargo, en esos momentos también encontraron momentos de disfrute y fue así que Dalma recordó cómo encontraba intimidad en esa vorágine en ser la Hija de Dios.
«¿Cómo se construye intimidad con una figura tan pública?», quiso saber uno de los periodistas de Olga. «Era difícil. A él no le molestaba porque se acostumbró. Cuando yo era chiquita no entendía, ‘che, ¿Qué onda, está comiendo con nosotras y ocho personas nos están mirando comer?’ y nosotras decíamos: ¿Cuándo se van a ir de acá? Y él ponía un límite y decía, ‘maestro, estoy comiendo con mis hijas, no me bancas un toque?’. Y nosotras le decíamos, sácate la foto porque no se van a ir’, prefiero que liquidez el tema a estar comiendo», expresó Dalma
Si existía la intimidad en nuestras casas. Pero si tuviera que elegir un momento para vivir de nuevo es nuestras caminatas en Manchester. Cuando Gianinna vivía en Manchester, él no se quería quedar a dormir en lo de mi hermana, quería ir a un hotel, para estar tranquilo y no molestar. Entonces, él venía a lo de Gianinna, él decía ya me voy, entonces lo acompañabamos al hotel. Y después nos decía, ‘pero no quiero que se vuelvan solas’, y entonces volvía a acompañarnos», reveló Dalma.
«En esas caminatas, nos reíamos mucho, había buenas charlas, y tenía el mejor humor que yo conocí en mi vida. Se convertía en la persona más graciosa. Y por eso, en la última etapa de su vida, se me prendieron las alarmas, porque ya no nos pasaba eso. Cuando estaba con nosotras era así», aclaró la hija de Diego.