El gobernador Gustavo Valdés presentó un programa de asistencias financieras para modernizar frigoríficos y fortalecer la cadena cárnica. El objetivo es sumar valor agregado a la producción ganadera y avanzar hacia la exportación.
El gobernador Gustavo Valdés encabezó este miércoles la presentación de un ambicioso programa de asistencia financiera destinado a modernizar y fortalecer la industria de la carne en Corrientes. En un acto desarrollado en el Salón Amarillo de Casa de Gobierno, se anunció una inversión de casi seis millones de dólares que alcanzará a frigoríficos municipales y privados de distintos puntos de la provincia.
Acompañado por los ministros de Producción, Claudio Anselmo; de Industria, Mariel Gabur; y otros funcionarios del gabinete, Valdés destacó la necesidad de “revolucionar absolutamente la industria de la carne en Corrientes”. En esa línea, subrayó que el objetivo es lograr una “evolución” en cada frigorífico, mediante el financiamiento del Fondo de Desarrollo Industrial (FODIN), que ahora contempla subsidios a la tasa de interés y aportes no reembolsables.
Vamos a trabajar en dos frentes: con el sector público, con los municipios; y también con el sector privado. Necesitamos que sea el privado el que tenga la tecnología y haga los negocios, y que el Estado cree las condiciones para que les vaya bien”, expresó el mandatario provincial.
El plan contempla la adecuación de la Ley N.º 5684 para permitir la asistencia a frigoríficos de gestión pública y privada. Actualmente, la provincia ejecuta un presupuesto de $5.200 millones para modernizar plantas de faena que generan 200 empleos directos y procesan unas 6.600 cabezas de ganado al mes. Los establecimientos beneficiados incluyen los de Goya, Ituzaingó, Berón de Astrada, Sauce, Caá Catí, La Cruz y Bella Vista, en el sector público; y los frigoríficos La Brava (Capital), El Ombú (Paso de los Libres) y Búfalos del Iberá (Ituzaingó), en el ámbito privado.
Entre los principales objetivos del programa se encuentran la mejora de la infraestructura, la incorporación de tecnologías que cumplan con los nuevos requisitos del SENASA, la implementación de buenas prácticas de manufactura, el respeto por el bienestar animal y la inocuidad alimentaria. También se apunta a reducir la dependencia externa para el consumo interno. “Nosotros comemos carne correntina que viene de otras provincias, y eso es un problema porque nuestros recursos los generamos aquí, pero se industrializan afuera”, advirtió Valdés.
