El piloto correntino se quedó con las dos finales de la tercera fecha del TC2000 y dejó una gran impresión. “Fue un fin de semana soñado”, celebró. Compartió detalles sobre su rendimiento, su equipo y lo que viene en el calendario.
El corredor correntino Humberto Krujoski tuvo un desempeño impecable en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, donde se corrió la tercera fecha del Turismo Carretera 2000. A bordo del Renault Fluence número 119 del equipo Axion Energy Sports, se quedó con las dos finales disputadas el fin de semana y consolidó su regreso al automovilismo nacional luego de más de un año de inactividad.
Krujoski enfrentó una batalla con su compañero de equipo, el múltiple campeón Agustín Canapino, a quien logró contener en ambas carreras. “La lucha con Canapino fue hasta psicológica. Él no es cualquier compañero de equipo: está en la categoría más importante de EE.UU. Medirme con él y ganarle fue muy especial”, comentó. De esta forma, el corredor afirmó que no fueron carreras fáciles, pero pudieron «traer el triunfo a Corrientes».
Con este doble triunfo, Krujoski dejó atrás una pausa de un año y medio en su carrera profesional. “Después de haber trabajado con el equipo en la carrera pasada, pensé que podíamos tener un gran año. El nivel de profesionalismo es impresionante. Tienen un taller modelo, de más de tres mil metros cuadrados, donde se trabaja exclusivamente para el automovilismo”, explicó.
El correntino valoró el medio mecánico que hoy tiene a disposición y lo comparó con etapas anteriores de su carrera: “He pasado por equipos donde siempre peleaba con el presupuesto para poder estar. Esta vez recibí un llamado de Renault Argentina y me ofrecieron la butaca. Estoy muy agradecido, y con un gran equipo, se puede ganar”.
Sobre las condiciones de carrera, dijo: “El sábado el 80% de la pista estaba seca y el resto muy húmedo, con barro. Era como correr en un circuito callejero, no había margen de error. El domingo la pista estaba seca, pero igual fue muy exigente”.
Además, habló del auto que conduce: “Es un Renault armado sobre un Fluence, con motor V6, caja secuencial de seis marchas, frenos Brembo y amortiguadores especiales. Es un auto de competición en un 90%, muy potente, llega a los 250 km/h y en circuitos como Rafaela podría superar los 280”.
Krujoski se mostró motivado con lo que viene:“Ya estoy pensando en la próxima fecha en Viedma. Es un circuito que conozco bien, he ganado ahí en otras categorías. Pero vamos con humildad, como siempre. Hay que trabajar cada detalle”.