La gruesa juega su suerte en Córdoba

Se estima que algo más de 30 millones de toneladas potenciales dependen de las condiciones en que está desarrollándose el periodo crítico del cultivo. La zona central del país es clave para maíz y soja.

La voz de alerta la dio la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA). La entidad estima en 30.4 millones las toneladas de gruesa que están en juego por estos días. Es que en la provincia mediterránea los lotes atraviesan el periodo de definición de rindes, dentro de un horizonte no del todo claro.

El ciclo estival 2024/25 se inició con más dudas que certezas. Pronósticos climáticos, precio de los granos, rentabilidad ajustada o negativa y el tándem chicharrita/Spiroplasma, entre otros factores, determinaron una caída del área maicera. No obstante, la sumatoria para la gruesa en Córdoba se mantuvo dentro de los valores promedio de las últimas campañas, en torno de los 7,6 millones de hectáreas sembradas.

Tanto soja temprana como maíz tardío se encuentran transitando el periodo crítico de definición de rendimientos, mientras que el girasol lo ha superado exitosamente. Lógicamente falta mucho aún para ver a las cosechadoras en acción y es imperioso continuar monitoreando cultivos y actualizando estimaciones.

La siembra de gruesa comenzó en octubre de 2024 y avanzó dentro de ritmos promedios, para finalizar en la primera quincena de enero de 2025. Se detectó un gran cambio en cuanto a la proporción de fechas tempranas. A nivel provincial, el maíz temprano casi se duplicó pasando de 17% a 32%, mientras que en soja el mismo proceso llevó a las siembras tempranas del 31 a 40%.

Como dato particular hay que decir que la ventana de siembra se cerró antes de que se conocieran los beneficios originados en la reducción de los derechos de exportación, por lo cual esta novedad no pudo reflejarse cabalmente en una mayor área sembrada de maíz y soja.

Si bien el arranque de los cultivos en general fue bueno, enero transcurrió con altas temperaturas y precipitaciones a veces escasas y/o dispersas, lo que se repitió en la primera quincena de febrero. La conjunción de estos factores impactó en la condición de toda la vegetación de Córdoba, empeorando mes a mes desde diciembre la proporción de lotes en estados regulares y malos.

Utilizando imágenes satelitales diarias del sensor MODIS, BCCBA analizó los valores del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) entre el 14 de enero y el 14 de febrero de 2025, lo que permitió visualizar la condición de los lotes en las diferentes zonas. El estudio se centró exclusivamente en lotes agrícolas con cultivos estivales extensivos.

Comparando los valores actuales de NDVI con su promedio histórico, se generó un mapa de anomalías. Anomalías positivas indican buena condición de la vegetación, mientras que anomalías negativas recogen el impacto sobre los cultivos de las condiciones ambientales adversas. Si bien las anomalías negativas se encuentran presentes de manera uniforme en toda la provincia, tienen un mayor peso hacia el sur y este de la misma, mientras que las anomalías positivas muestran una leve tendencia a prevalecer en el oeste del área agrícola provincial.

Las anomalías negativas y muy negativas abarcan el 35% de la superficie analizada y pueden explicarse por la frecuencia y volumen de precipitaciones intercaladas con las tres olas de calor registradas el 16 de enero, el 3 y el 10 de febrero. Entre el 1º de enero y el 10 de febrero de 2025 los eventos de precipitaciones tuvieron alta dispersión.

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