La Embajada ibérica estaba acéfala desde mayo, tras la tensión entre el presidente Javier Milei y su par español. A partir de noviembre, Joaquín María de Arístegui asumirá la función como representante diplomático en Buenos Aires . En Cancillería entienden que es un gesto para afianzar la relación bilateral.
La Embajada ibérica estaba acéfala desde mayo, tras la tensión entre el presidente Javier Milei y su par español. A partir de noviembre, Joaquín María de Arístegui asumirá la función como representante diplomático en Buenos Aires . En Cancillería entienden que es un gesto para afianzar la relación bilateral
Luego de cinco meses de una especie de acefalía, Pedro Sánchez, presidente de España, decidió enviar nuevamente a un embajador para hacerse cargo de la sede diplomática de su país en Argentina. La Moncloa había resuelto en mayo llamar a consulta a María Jesús Alonso Jiménez, quien se desempeñaba como embajadora en Buenos Aires desde 2022. Su salida del país se dio en medio de los cruces verbales entre Javier Milei y su par español, en el marco de los viajes del líder libertario a Madrid.
Desde entonces, la diplomacia de ambos Estados tejió en silencio para reconstituir la relación bilateral. Si bien la tensión entre Milei y Sánchez persiste, en Argentina interpretan la decisión de Sánchez como un “gesto diplomático” para aplacar los roces del pasado.
Cuando Alonso Jiménez llegó a Madrid, quien quedó provisoriamente al frente de la diplomacia española fue Fernando García Casas, el otrora cónsul de ese país en Buenos Aires. No obstante, en junio se fue de la Argentina hacia La Paz, para desempeñarse como embajador en Bolivia.
Ahora, el elegido como próximo embajador de España en la Argentina es Joaquín María de Arístegui, quien hasta ahora se desempeñaba como representante del gobierno español en Colombia.
Antes de que el gobierno de Sánchez hicieron el anuncio oficial, la Cancillería que encabeza Diana Mondino dio una primera señal de acercamiento: “Argentina y España somos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales. Nuestra lengua y cultura comunes y los importantes intercambios económicos, comerciales y de inversión deben actuar siempre como guía en las relaciones entre nuestros dos países”.
“La relación entre nuestros gobiernos debe estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades. Por ello, nos comprometemos a fortalecer nuestra relación para que alcance el máximo nivel de confianza y respeto mutuo en términos políticos e institucionales que nuestros pueblos merecen”, señaló el Ministerio de relaciones Exteriores argentino en el texto.
En ese contexto de tensión, Roberto Bosch Estévez se desempeña como embajador de Argentina en España. Está en ese rol desde marzo, de la mano de Milei. Aunque reside en Madrid desde 2020, dado que fue el segundo de Ricardo Alfonsín en la sede diplomática argentina. El diplomático debió articular gestiones y aplicar muñera diplomática a la crisis que se desató por la pelea entre Milei y Sánchez.
Incluso, mantuvo múltiples reuniones con José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, para intentar apaciguar la tensión entre los presidentes de ambos países. Dejaron en claro que el vínculo diplomático y comercial corre por otro carril, pero las gestiones no fueron suficientes como para evitar que Madrid retire su embajador de Buenos Aires.