¿Está fallando la educación de la Generación Z en prepararlos para el mercado laboral?.

Un estudio en Estados Unidos revela que el 60% de las empresas despidió a trabajadores jóvenes por falta de adaptación al entorno profesional. Lo que se cuestiona si la educación está formando adecuadamente a esta generación para enfrentar los desafíos laborales.

Un reciente estudio realizado en Estados Unidos señala que muchos jóvenes de la Generación Z están teniendo dificultades para adaptarse al mundo laboral. Según publica la revista Inc., el 60% de las empresas encuestadas despidió a al menos un trabajador de esta generación en el último año, mientras que el 75% de los empleadores manifestó que los graduados recientes no cumplieron con las expectativas iniciales. Esta situación ha llevado a algunas organizaciones a reconsiderar la contratación de jóvenes nacidos entre 1995 y 2010.

Las principales quejas de los empleadores se centran en la falta de motivación y de iniciativa, así como en problemas de profesionalismo, organización y comunicación. Un 50% de los encuestados destacó que los trabajadores de la Generación Z no se integran bien en los equipos y que muchos de ellos no responden de manera constructiva a las críticas. Además, el 90% de los responsables empresariales sostuvo que estos jóvenes necesitan capacitación en normas de etiqueta laboral, una formación que parece estar ausente en su trayectoria académica.

La Generación Z ha vivido experiencias particulares que la diferencian de las generaciones anteriores. Crecieron en un entorno altamente digitalizado y, en muchos casos, su primer contacto con el mercado laboral se vio interrumpido por la pandemia de COVID-19. Al graduarse, muchos de estos jóvenes se enfrentaron a un mercado laboral en crisis, donde los trabajos disponibles eran escasos o temporales. Esto, combinado con las secuelas de la crisis financiera de 2008, ha generado en ellos una visión crítica del capitalismo y una desconfianza hacia el sistema laboral tradicional.

Estos eventos también impactaron su formación universitaria, marcada por la virtualidad y el distanciamiento social, lo que limitó su desarrollo de habilidades prácticas y blandas, necesarias para el mundo laboral. Según Huy Nguyen, asesor en desarrollo profesional, muchos jóvenes de la Generación Z no están preparados para entornos de trabajo menos estructurados y tienen dificultades para adaptarse a las dinámicas laborales y a la autonomía que estos exigen. Aunque poseen conocimientos teóricos sólidos, suelen carecer de la experiencia y las habilidades necesarias para responder a las expectativas de las empresas.

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