Con Insaurralde fuera, Kicillof será su propio jefe de campaña

Hay un fuerte malestar interno, y mientras el polémico viajero se resiste a presentar la renuncia como intendente de Lomas de Zamora, temen que la causa deteriore las chances electorales

Tras los posteos de Sofía Clerici, que la muestran junto al (renunciado) jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, en unas vacaciones de extremo lujo en Marbella, el kirchnerismo busca minimizar consecuencias. El polémico Insaurralde estaba en el cargo puesto por Cristina Kirchner y era el jefe de la campaña de Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires buscando la reelección de Kicillof.

El gobernador bonaerense ahora trata de evitar las salpicaduras del oprobioso caso, y en su entorno afirman: “Axel va a ser el jefe de campaña”, mientras habla con los intendentes bonaerenses, cuyo líder era el propio Insaurralde por decisión de su socio político y presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner.

Insaurralde es Máximo Kirchner –dicen los que conocen la interna– y los barones del conurbano elevan su enojo hasta el mismo hijo de Cristina, al que le estarían bajando el pulgar. “Axel lo tendría que haber echado cuando salieron las fotos. Pero, bueno, habló con Máximo y acordaron lo de la renuncia. Lo que pasó es para echar, no para renunciar”, se ha escuchado en la Casa de Gobierno de La Plata.

Sergio Massa, por su parte, salió públicamente a pedir que “renuncie a la candidatura a concejal. “Cometió un grave error”, dijo al salir del primer debate presidencial, también temiendo ser afectado por el escándalo.

Mientras, la Justicia empieza a investigar las denuncias en las que la acusación es nada menos que enriquecimiento ilícito.

Insaurralde comenzó su carrera política en los ‘90. Estuvo casado con la hija de Hugo Toledo, histórico ministro de Obras Públicas de Eduardo Duhalde, y en esa relación tuvo dos hijos. Se divorció para casarse con la exmujer del hermano de su primera esposa, y luego su tercer matrimonio fue con Jesica Cirio, denunciada después de que trascendió que habría recibido 20 millones de dólares en el juicio de divorcio.

Su mentor político luego fue el exintendente de Lomas Jorge Rossi, que manejó la caja de la Lotería bonaerense, y esa relación alimentó siempre rumores de su ligazón con el mundo del juego. Hace diez años, el polémico y verborrágico titular de la feria La Salada, Jorge Castillo, había lanzado munición dura contra Insaurralde, a quien llamó “maletero del juego clandestino”.

Cristina Kirchner, en uno de los pocos actos públicos que compartió, estuvo en Lomas de Zamora junto a Insaurralde y al gobernador Kicillof.

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