Una carta de los exportadores a los acopiadores reavivó la controversia por el trigo HB4

Desde el Centro de Exportadores de Cereales recordaron que ningún comprador de trigo argentino ha modificado la condición de que el grano debe ser libre de OGM. Los acopiadores volvieron a apuntar contra el Gobierno por aprobarlo.

Aunque el trigo HB4 ha ido logrando diferentes aprobaciones para ser sembrado y/o utilizado a nivel industrial en diversos países del mundo, en la cadena del cereal sigue generando controversia que la cantidad de hectáreas implantadas de manera controlada por la firma Bioceres continúe creciendo y exista un eventual riesgo de “contaminación” con los granos convencionales.

Cabe recordar, que el trigo HB4 es el desarrollo logrado por la científica Raquel Chan y al que Bioceres le está dando escala comercial, que nació de insertarle a un trigo convencional un gen del girasol que lo hace tolerante a condiciones de sequía y de salinidad.

Eso lo convierte en una variedad única a nivel mundial y también en el primer trigo genéticamente modificado (OGM) que está logrando ser aprobado en varios países del mundo.

No obstante, como esas aprobaciones están siendo lentas, integrantes de la cadena comercial triguera no coinciden con que se siga sembrando esta variedad, al menos hasta que no haya un aval certero a nivel global.

LA CARTA DE EXPORTADORES A ACOPIADORES POR EL TRIGO HB4

En las últimas horas, esta controversia revivió de la mano de una carta enviada por el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) a la Federación de Acopiadores y que “vuelve a levantar las alertas ante el riesgo de que el trigo de exportación argentino se contamine con materiales modificados genéticamente”, señalaron desde esta última entidad.

Según los acopiadores, la epístola del CEC recuerda y reitera que “no existen cambios en las condiciones de comercialización de trigo argentino, las cuales se mantienen libres de presencia de variedades que contengan eventos genéticamente modificados”.

En este marco, si bien los exportadores reconocen que se han logrado avances en procesos de desregulación en distintos países del mundo, “ningún comprador de trigo argentino ha modificado la condición de libre de OGM; razón por la cual, se reitera que toda mercadería que no cumpla esta condición será motivo de rechazo, así como de reparación económica por posible daños comerciales o logísticos”.

“Atento a ello, se recomienda que se tomen las medidas preventivas para segregar dichos granos, antes del inicio de la campaña fina de comercialización, para evitar riesgos comerciales”, completa el documento del CEC.

Bajo este panorama, los acopiadores subrayaron que ante los perjuicios que podrían producirse si se contaminara la exportación con material genéticamente modificado, analizarán la cadena de responsabilidades, en la que también apuntarían a los obtentores y a las autoridades nacionales que aprobaron la liberación de trigo modificado genéticamente en la Argentina.

Vale recordar que desde Bioceres han insistido en reiteradas oportunidades que esta variedad se siembra de manera controlada, con productores que firman un contrato al respecto y no hay riesgo de que se “mezcle” con otras semillas del cereal.

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