En la FIT, la Red de Cocineros del Iberá cautivó con el tradicional plato jopará

En el marco del Karaí Octubre, ayer por la tarde se brindó en la Feria Internacional de Turismo una clase de cocina sobre la historia y preparación de esta comida típica.

Ayer a la tarde, la Red de Cocineros del Iberá se hizo presente en la Feria Internacional de Turismo (FIT) brindando una clase de cocina sobre la historia y preparación del tradicional plato jopará.

Según la leyenda, octubre es el mes en que escasean los alimentos: la mandioca, el maíz y otros productos vegetales que son más difíciles de conseguir en el campo. Por eso, en el primer día del mes se prepara esta comida, que utiliza como ingredientes el puchero con locro, poroto, arroz y verduras en cantidad.

«Para este mes se acostumbra hacer 7 comidas: tartas de vegetales de su huertas, empanadas, mbaipy, entre otras, para demostrar abundancia, y también el jopará, todo como una manera de ahuyentar a este duende que trae escasez a los campos y cultivos. Recordemos que en octubre aún no están listas para cosechar y hay que guardar alimentos y almacenar. Algunas familias tenían el ritual de sahumar para espantar al Señor de la Miseria, otras con el rebenque y pichanas pegaban latigazos alrededor de la casa», explicó Gisela Medina, coordinadora de la Red de Cocineros del Iberá.

Y agregó «el jopará tiene un significado muy especial, pues es la comida gigante que se armaba entre todos para compartir. Los ingredientes son múltiples porque cada uno trae algo de su producción; incluso, algunos le ponen charque. Este es el segundo año en que con la carrera de Gastronomía del Instituto Superior de Formación Docente de Mburucuyá, vamos a hacer la Feria del Karaí con los alumnos de Historia y de Turismo. Para reflotarla y que nuevas generaciones continúen con nuestras tradiciones.

Asimismo, en el interior están acostumbrados a realizar huertas, todavía viven del vivero y hay zonas en que están trabajando fuertemente con el tema del turismo como en Concepción, San Miguel, Ituzaingó, Pellegrini. Van haciendo sus comidas, ofrecen a nivel local, trabajan a pedido. De esta manera se mantienen los cocineros en el interior provincial.

Cristina Pavón, una de las cocineras de Iberá también participó de la clase y destacó que «es un espacio más para compartir, y las personas que se sientan a ver y escuchar la clase es porque les interesa y quieren aprender más sobre nuestra cultura».

«Para ser de Cocineros del Iberá hay que saber cocinar de todo, con capacitación previa de gastronomía, turismo, cultura general y que se comprometa a elaborar con productos locales sus comidas y que pueda compartir recetas que quedaron de los abuelos y antepasados. Cada uno tiene su secreto y comida», dijo Gisela Medina.

Fiesta popular
Desde la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes, a través de la Secretaría de Cultura y Educación, se realizó una representación simbólica en la Casa Molinas y la Casa del Bicentenario con música, alimentos autóctonos y arte representativo de la jornada de celebración.

El secretario de Cultura y Educación, José Sand, destacó que esta propuesta forma parte de un programa municipal de Fortalecimiento de Fiestas Populares para sostener las tradiciones locales. «Ya es un clásico llevar adelante esta celebración en las dependencias culturales, y este año redoblamos los esfuerzos y lo vamos a hacer además en la Peña Oficial de la Ciudad con un convite de mbaipú», sostuvo.

«Queremos que se siga sosteniendo en el tiempo, que se transmita de generación en generación, y Corrientes viva con mucha creencia estas fechas típicas de la región, que nos identifica», agregó.

La directora de Espacios Culturales Independientes del Municipio, Marisa Duarte, indicó que, desde 2018, la Casa Molinas apuesta a revalorizar todo lo concerniente a las costumbres de la región y de la ciudad. «Para nosotros, el Karaí es una simbología que debemos aplicar como seres humanos después de la pandemia que sufrimos; el poder unirnos como hermanos y poder compartir con amigos del museo y vecinos esta mesa, es muy gratificante», reconoció.

Ayer fue el primer domingo, luego de la pandemia, que en este espacio como en la Casa del Bicentenario se pudo volver a disfrutar de una de las representaciones más arraigadas en las costumbres de los correntinos.

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