Ludopatía en jóvenes: el peligro de los casinos online

En un mundo cada vez más digital, la salud mental de los adolescentes es una preocupación urgente. La orientación y el apoyo de los padres, junto con la educación sobre los riesgos del juego en línea, son esenciales

La ludopatía, una adicción conductual caracterizada por la falta de control de los impulsos en relación con el juego y las apuestas, está en aumento entre los adolescentes

Bassi destacó las preocupaciones sobre la creciente adicción al juego en jóvenes, la cual a menudo comienza con el uso excesivo de la tecnología y los videojuegos.

La psicóloga explicó que la falta de tolerancia a la frustración es uno de los principales indicadores de la ludopatía en los adolescentes. A medida que caen en la adicción, los jóvenes pueden volverse irritables, recurrir a la mentira y la manipulación para obtener dinero, y mostrar cambios repentinos en su comportamiento.

Según Bassi, el problema frecuentemente se inicia con videojuegos gratuitos y la utilización de dispositivos como la PlayStation, antes de que los adolescentes pasen al mundo de las apuestas. “Esto resulta en una adicción a la tecnología, lo que lleva a una falta de participación en actividades lúdicas y productivas”, destacó.

Las señales de alarma para los padres incluyen el aislamiento, la dependencia extrema de la tecnología y la irritabilidad en sus hijos adolescentes. Bassi enfatizó la importancia de validar las emociones de los jóvenes y mantener una comunicación abierta y afectiva en el entorno familiar.

La exposición constante a estímulos relacionados con el juego en las redes sociales y la presión de pertenecer a grupos de pares que juegan y apuestan también contribuyen al problema, explicó la psicóloga.

Antonella Bassi advirtió que la adicción al juego no surge de la nada, sino que “se inicia gradualmente a través de juegos gratuitos que progresivamente llevan a la exposición a ofertas tentadoras de casinos en línea. La creencia errónea de que se puede ganar más jugando continuamente es una trampa que lleva a la pérdida de control sobre los impulsos”, afirmó.

Finalmente, la psicóloga instó a los padres a detectar las señales de alarma mencionadas y a pasar tiempo de calidad con sus hijos adolescentes. Preguntar cómo se sienten y estar abiertos a las conversaciones puede prevenir problemas más graves, incluso alteraciones suicidas, relacionadas con la adicción al juego.

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