Gustavo Valdés, el gobernador con mejor imagen positiva de la Argentina

El titular del Ejecutivo tiene un 68,5 % de buena valoración y reiteró así su performance en los últimos 11 meses. Los tres mandatarios de Juntos por el Cambio se encuentran en los primeros cinco puestos. Entre los intendentes, Eduardo Tassano se ubica en el cuarto lugar.

Gustavo Valdés es el gobernador con mejor imagen positiva del país, según reveló CB Consultora, que todos los meses realiza un ranking tanto de quienes administran las provincias así como de intendentes y candidatos a presidente de la Nación.

En menos de un año es la segunda vez que el mandatario correntino repite esta buena consideración, ya que en octubre pasado también se ubicó en primer lugar. Según la empresa monitora, el mandatario tiene un 68,5 por ciento de imagen positiva, de lo que se desprende que el 35,7 opinó que su gestión al frente de la Provincia es «muy buena», en tanto que el 32,8 calificó como «buena».

El 16,1 consideró que su administración es «mala» y el 13,9, «muy mala», mientras que un 1,5 por ciento fue encasillado en el grupo de «no sabe, no contesta».

En segundo lugar quedó el gobernador de la provincia de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, con 68,1 %, y cerró este podio Juan Schiaretti, de Córdoba, con 67,3 % de imagen positiva. En tanto que los peores calificados del mes son: Omar Perotti, de Santa Fe (39,1 %); Alicia Kirchner de Santa Cruz (40,2 %) y, con el mismo porcentaje, Mariano Arcioni, de Chubut.

Juntos por el Cambio
Cabe destacar que entre los cinco mejores se encuentran los tres gobernadores de Juntos por el Cambio, ya que, además de Valdés, está en cuarto lugar el jujeño Gerardo Morales y le sigue el mendocino, Rodolfo Suárez.

El perfil de los otros que conforman el quinteto con mejor consideración corresponde a Ahuad, de Misiones, que si bien tiene buen vínculo con la Nación, es de un partido provincial; mientras que Schiaretti, también candidato a Presidente por Hacemos por Nuestro País, es peronista no kirchnerista.

Recién en quinto lugar aparece un funcionario socio del kircherismo como el de Tierra del Fuego, Gustavo Melella.

En foco
El gobernador correntino ratifica así su gestión y liderazgo tanto gubernamental como político, en un año atravesado por el amplio calendario de elecciones. En un contexto caracterizado por la grieta, que, lejos de cerrarse, se profundizó en cada uno de los frentes y postulantes, principalmente en quienes pretenden llegar a la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre, Valdés mantuvo su enfoque y estrategias, tanto en lo discursivo como las acciones en tono moderado.

Si bien insiste en cada mensaje –y sobre todo en los actos proselitistas de campaña las diferencias políticas con el Gobierno nacional kirchernista que discrimina en recursos económicos a la administración provincial–, eso no impidió que mantenga un manejo de las riendas de la provincia en los carriles propios de la gestión, ajustadas a un contexto de crisis económica pero con cuentas saldadas.

En lo político, hace más de un año se caracteriza por su rol de anfitrión y figura moderada en toda la estructura de Juntos por el Cambio (JxC). Recibió a todos los precandidatos y a quienes habían manifestado intenciones de presentarse en las elecciones, de cada uno de los sectores y partidos nacionales que promueven la bandera del «cambio».

Mientras en otras latitudes del país se exponían las diferencias entre las máximas figuras de JxC, en Corrientes, encontraron en la persona de Valdés a un líder a la altura de las circunstancias, ya que si bien se rumoreó posibles ofertas de candidaturas, públicamente reconoció que su opción es concluir «el contrato con los correntinos» de administrar la provincia.

En la gestión pública, avanzó con misiones extranjeras en búsqueda de inversiones productivas e industriales para la provincia. También reiteró la queja ante la Nación por el conflicto limítrofe con Paraguay y de soberanía, a la altura de la isla Apipé Grande.

Por otro lado, en el apartado de intendentes, el capitalino, Eduardo Tassano, se posicionó en cuarto lugar, manteniendo así también su buena consideración, con un punto porcentual de 55,7.

De lo cual se concluye que el 33,6 % opinó como una gestión «muy buena»; el 22,1, «buena»; el 21,3, «mala»; el 18,9, «muy mala», en tanto que el 4,1 «no sabe o no contesta».

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