Fracasaron, redoblaron la apuesta y están concretando una millonaria inversión por la olivicultura y los pistachos.

La inauguración de la mayor planta de aceite de oliva de Sudamérica y una reconversión al pistacho exponen el enorme potencial productivo de San Juan.

En la provincia de San Juan tuvo lugar un acontecimiento que ilustra a la vez la resiliencia de una empresa argentina y la enorme potencia de las economías regionales. Se trata de la inauguración de la mayor planta de producción de aceite de oliva de Sudamérica en el departamento de Sarmiento, de donde sale aproximadamente el 40 por ciento del aceite de oliva nacional.

La fábrica de la firma Solfrut, con una capacidad de molienda de unos 400.000 kilos de fruta por día, fue construida en la finca El Principio, donde hay casi mil hectáreas sembradas con olivos de nueve variedades diferentes, con las últimas tecnologías de riego y manejo de precisión.

Pero para empezar por el principio en realidad hay que ir a otra finca, porque la primera apuesta que realizó la empresa por la olivicultura fue en el departamento de 25 de Mayo, varios kilómetros hacia el oeste. Allí, hace 30 años pusieron las primeras plantas y fueron creciendo hasta alcanzar las 900 hectáreas. También sembraron 300 hectáreas de vid e instalaron una planta de producción y fraccionado de aceite de oliva y una bodega. Pero con el tiempo se dieron cuenta de que no había sido la decisión más acertada.

“La finca en 25 de mayo fue un profundo fracaso», reconoce el fundador de Solfrut, José Chediack, en diálogo con Clarín Rural desde la flamante fábrica. “Tuvimos que reinventarnos”, agrega, y explica que con los años entendieron que ese no era el ambiente más propicio para los olivos ni las vides porque no había inclinación en el terreno y las heladas que bajaban de la precordillera se estancaban causando un importante estrés en las plantas.

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